Los ciudadanos españoles frente a las elecciones generales 2011

Lola Sancho Cabrera

En las recientes manifestaciones acaecidas en España el 15 de octubre pasado, era palpable el sentimiento general de decepción, frustración y sobre todo desencanto. Todo este ambiente lleva fácilmente a una conclusión poco optimista frente a un futuro próximo. Y es que los dirigentes y resto de clase política, se han ganado a pulso todos estos sentimientos del pueblo.
Manifestación indignados (Mataparda)

Ya parece importar poco si se es de una ideología u otra, con alguna excepción, la mayoría sienten decepción e indiferencia por sus gobernantes presentes y futuros. Como dice un lema de los manifestantes. “Esto no es una cuestión de izquierda contra derechas, es de los de abajo contra los de arriba”.

Por lo que parece, la mayoría tiene pocas esperanzas en que la solución a la crisis esté en el cambio de gobierno. Más bien se debería cambiar todo el sistema político y esto último, parece ser, va a continuar esté quien esté en el poder, ya que se intuye no interesa mucho entre el mundo político. Siguiendo a los indignados. “Ni cara A, ni cara B, queremos cambiar de disco”.

Pocas personas parecen estar esperanzadas en que el resultado de las próximas elecciones sea la clave para la solución a sus problemas, ni a corto ni a largo plazo. La mayoría están hartos de tanta palabrería, tanta crítica al adversario y tanta crispación. Más bien temen estar escuchando eufemismos, gatuperios y falacias en busca del voto. De esta forma lo dicen en otro de sus lemas, el movimiento de indignados mencionado. “Nosotros buscamos razones, ellos victoria”.

Y es que dentro de una situación difícil de crisis económica, en donde sanidad, cultura, e indiscutibles derechos sociales están sufriendo graves recortes y, por el contrario, se siguen manteniendo privilegios y derechos, moralmente inaceptables, entre la clase política. Resulta realmente difícil tener fe en ellos, independientemente de la ideología que representen. Porque, resulta muy sospechoso que, pese a sus teóricas diferencias, sigan estando de acuerdo justamente en lo que les beneficia.
Titular de prensa de las pasadas elecciones municipales y autonómicas (Sergis Blog)

Poco se está escuchando en esta precampaña y seguro en la próxima campaña sobre las soluciones, si es que desean solucionar algo, de las pensiones vitalicias de los ex presidentes, las pensiones compatibles de los ex ministros, la permanencia de la Cámara alta, y tanto dinero que sale de las arcas del Estado que podría ser suprimido dentro de una medida contra la crisis, lógica, objetiva y justa, ya que en la mayoría de estos casos estamos hablando de individuos que comparten estas pensiones con suculentos salarios.

Todo ello sin contar con los abultados gastos de la mayoría de altos cargos en coches, teléfonos y tarjetas oficiales. El derroche en sueldos de cargos de confianza, elegidos “a dedo” y del elevado número de diplomáticos españoles en el extranjero. Así como el poco control sobre los elevados sueldos de algunos alcaldes en este país.

Congreso diputados (Carlos González)


Si además comparamos estos casos con las pensiones que recibimos los ciudadanos “normales” y con todos los recortes que antes hemos mencionado, nos viene una pregunta clara ¿Cuánto tiempo va a seguir sufriendo el pueblo estos ataques brutales al derecho constitucional de igualdad? ¿Hasta cuándo? En lenguaje popular y sencillo ¿Cuándo dejarán de tomarnos el pelo?

Pocos españoles están esperanzados en que la respuesta se halle en la llegada de las elecciones y el posible cambio de gobierno. No obstante, habrá que ser optimista y esperar a que la evolución hacía una democracia efectiva y real, esté próximo.


Comentarios

  1. ¡Qué razón tienes, Lola!. Lo peor, que el bipartidismo no da ninguna esperanza, y que el resto de partidos son como polvo en el aire...Tendremos que seguir luchando, que no aguantando.

    Saluditos.

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