La Albufera: cultura ancestral, en torno a un lago, en el mediterráneo español

El lago de la Albufera de Valencia, a orillas del mediterráneo en España, forma parte importante de la cultura hispana.




Imagen by Somo

Ha sido protagonista y arquetipo de forma de vida de los habitantes que la rodean, los que han ido legando, a través de generaciones, muchos usos y costumbres que enriquecen la cultura de una tierra.
Fuente de inspiración de poetas, escritores, pintores y fotógrafos de todo el mundo, la Albufera de Valencia ha sido, es y será un importante vínculo para la cultura de sucesivas generaciones, además de marcar de forma ostensible el carácter de todo un pueblo.

Llamada por los romanos Nacarum Stagnum, su nombre actual deriva del árabe al-buhayra, el marecito o el pequeño mar. Aunque en algunos poemas árabes se le cita como Espejo del sol. Debido probablemente a sus bellas puestas de sol.

Propiedad de sucesivos monarcas a través de la historia, pasó a manos privadas en el año 1708, cuando el rey Felipe V, por Real Cédula cede el señorío de la Albufera a don Cristóbal de Moscoso, Conde de las Torres, en recompensa de los servicios prestados durante la guerra de Sucesión. Volviendo a manos de la corona en 1761, por medio de una Real Orden de Carlos III, quien la denominó “alhaja de la corona”.

Continúo teniendo sucesivos cambios de propiedad, hasta que en el año 1927 el rey Alfonso XIII cedió al Ayuntamiento de Valencia la titularidad.

Declarada parque natural en el año 1986, es uno de los humedales costeros más valiosos y representativos de todo el levante español. Contiene siete islotes llamados Mata del Fang, Mateta de Baix, Mata de la Barra, Mata de l’Antina, Mata de San Roc y Mata del Rey. Y se encuentra separada del mar mediterráneo por una restringa de 30 kilómetros de longitud.



Imagen by Marcela Escandell

En ella han sido registradas más de 350 especies de aves. Entre las que se encuentran regulares o frecuentes y otras ocasionales. Destaca el valor incalculable de este espacio, por ser el hábitat de poblaciones de aves acuáticas durante todo el año, que alcanzan sus cifras más destacadas durante el periodo reproductor. Asimismo, se hallan entre los peces que habitan sus aguas, valiosas especies autóctonas en grave peligro de extinción, como el fartet y el samaruc.

Uno de los exponentes de la aportación cultural que desencadena este lago, son las novelas tituladas  “La Barraca” y “Cañas y barro” del insigne escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez. Ambientadas en la Albufera de finales del siglo XIX y principios del XX respectivamente, las obras relatan los usos y costumbres de la realidad social de aquel entorno, plasmado con gran eficacia y precisión.

En lo que se refiere al arte pictórico, existen multitud de cuadros de pintores consagrados a lo largo de la historia, que plasmaron en sus lienzos la belleza de esta laguna. Entre ellos el prestigioso pintor, artista gráfico, retratista de figuras relevantes y profesor Joaquín Sorolla. Llamado el pintor de la luz, este artista valenciano dibujó a la Albufera en su obra “Barco en l’Albufera” realizada en el año 1895, y actualmente expuesta en el Museo Sorolla de Madrid.

Otro símbolo cultural importante en torno a la Albufera, que sigue muy en auge en nuestros días, es el arte fotográfico. Existen infinidad de fotografías hermosas de este espacio, de las que destacan las impresionantes puestas de sol. Durante años se han ido sucediendo exposiciones y concursos en donde se muestran diversas bellas fotografías de l’Albufera.

Además del aporte cultural, este Parque Natural despierta en el visitante unas emociones desconocidas, sobre todo en los atardeceres, cuando el reflejo del sol anaranjado del ocaso proporciona unas vistas incomparables en un entorno único. Rodeado de arrozales, frondosos pinares, dunas naturales y el mar mediterráneo, este paraje es cita imprescindible para cualquier ser sensible, amante de la belleza y de las raíces culturales de los pueblos, que visite Valencia.


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