Yoga infantil, una actividad sana y divertida

Lola Sancho Cabrera



El yoga para niños, es una alternativa saludable, segura y beneficiosa para distraer a los niños en periodo vacacional y relajarlos durante el curso.

Niños haciendo yoga, postura del embrión - Robbinssky


La práctica de esta actividad por los más pequeños, es una forma muy eficaz de despegarlos del televisor o los videojuegos, reemplazando esos entretenimientos por otro mucho más sano y relajante.

Los niños hiperactivos y el yoga
Algunos profesionales del yoga dicen que a este tipo de niños, la práctica del yoga infantil les puede aportar muchos beneficios, ya que existen muchos ejercicios que les ayudan a tranquilizarlos y a enfocar su atención.



Por tanto, la práctica de esta disciplina oriental les ayuda a calmar la ansiedad propia de estos niños, evitando la ingestión de medicamentos. No obstante, si el niño toma algún tipo de medicación habitualmente hay que consultar con el pediatra antes de suprimirla.

El yoga y la respiración para niños

Un aspecto muy importante de la realización de yoga por los niños, es el beneficio que les aporta aprender a respirar adecuadamente. Si desde temprana edad se conocen las formas correctas de respiración, y se consigue realizarlas de forma natural, se está logrando una importante inversión en la salud física y psíquica del pequeño para toda su vida.

Yoga adecuado para niños

Los profesores de yoga infantil, siempre advierten que el yoga para niños no es igual que el que se práctica para adultos. En este tipo de yoga, se practican asanas, ejercicios y juegos basados en las prácticas milenarias del yoga, pero adecuados para ellos.



A priori, a un niño el yoga le puede parecer aburrido, y parece del todo impensable dejarle en una asana varios minutos sin que se mueva o se canse, por tanto los profesionales de estas clases lo enfocan desde otras perspectivas.

Se les suele introducir a modo de juego, como en el caso de emular a ciertos animales. Los niños deben imitar las posiciones y sonidos del animal elegido. De esta forma se consigue realizar posturas de yoga, además de enseñarles aspectos de los animales y la naturaleza.

Asanas para niños

Entre otras, tenemos las siguientes:

  • La posición de foca: es muy importante para el buen crecimiento de los niños, ya que logra un estiramiento suave en todo el cuerpo.
  • La postura de la mecedora: es una postura muy relajante y al mismo tiempo divertida para los niños.
  • La postura de flor: es uno de los asanas recomendados para los niños más pequeños. Es una postura que estimula la imaginación.
  • La postura de gato: sin duda es el asana más común en el yoga infantil. Es muy beneficiosa para la columna vertebral.
  • La postura de pájaro: aumenta la elasticidad, sobre todo de los omóplatos.
  • La postura de la serpiente: es una asana que aumenta la capacidad pulmonar, y ejerce una gran contracción en los abdominales.

Hay que resaltar la importancia de no forzar a los niños a realizar clases de yoga, lo deben hacer voluntariamente. De otro modo no serviría de nada su práctica, ya que no se conseguiría su finalidad.

Beneficios del yoga infantil

  • Ayuda el desarrollo psicomotriz.
  • Endereza y fortalece la columna vertebral.
  • Refuerza el sistema inmunitario.
  • Mejora el sueño.
  • Potencia la memoria.
  • Relaja el sistema nervioso, con lo que los niños sienten mayor sensación de bienestar.
  • Mejora la concentración.
  • Se aprende a respirar correctamente.
  • Aumenta la capacidad pulmonar.

Los practicantes de esta disciplina milenaria dicen, que con su práctica se logra conectar con el mundo interior de cada uno, lo que lleva a una tendencia espiritual importante, sobre todo si la práctica es regular y continuada en el tiempo.

Ahora bien, el yoga no es ninguna religión, ni está vinculado a ningún movimiento espiritual en concreto. Por tanto se puede realizar procesando cualquier tipo de religión o bien siendo agnóstico, es indiferente.

En cuanto a la edad de comenzar a practicar yoga, no todos los profesores dicen lo mismo, el fallecido maestro de generaciones de yoga, Pattabhi Jois, decía que la edad apropiada para comenzar es a los seis años. En cambio, muchos otros recomiendan mucho antes, a partir de los tres años.

No obstante, lo que parece obvio, es que sea cual sea la edad de comenzar, si al niño le gusta y sigue los juegos en las clases, puede obtener beneficios y ningún perjuicio.




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